Se espera que el gobierno del presidente electo Jair Bolsonaro lleve a cabo una agenda económica diseñada para reducir el gasto público e impulsar el crecimiento. Aunque tendrá que prestar atención a las demandas conservadoras de aliados y votantes, el nuevo gobierno deberá ser pragmático en lo político si quiere que sus propuestas sean aprobadas por el poder legislativo y alcancen buenos resultados.
Así lo evalúan intelectuales escuchados por Agência Brasil. Para el sociólogo Simon Schwartzman, expresidente del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, los objetivos de la política macroeconómica están bien definidos: “reformar el sistema de pensiones, reducir el déficit público, abrir la economía”.
De acuerdo con Antônio José Barbosa, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Brasilia (UnB), el nuevo gobierno, desde el punto de vista político y económico, será “liberal”. Recordó la promesa de Bolsonaro de “cumplir con la Constitución” y su decisión de darle a Paulo Guedes “carta blanca” al frente de la cartera de Economía.
Nuevo Modelo
Para adoptar las propuestas económicas, sociales y los “cambios de costumbres” que ha planteado, el nuevo gobierno dependerá de su relación con el Congreso, donde aún no tiene mayoría para aprobar las reformas constitucionales.
El politólogo Lúcio Rennó, de la UnB, autor de un estudio sobre el “reposicionamiento conservador” de los brasileños en las elecciones del pasado octubre, destaca la fuerza que tienen los líderes partidarios en la Cámara y el Senado.
“Los temas transversales no dejarán de negociarse sin ese liderazgo”, apuntó, agregando que las reglas de funcionamiento del Congreso en las últimas elecciones “fortalecen los partidos”, por lo que “sus estructuras institucionales no pueden ser ignoradas”.
Para el experto, es posible que el nuevo gobierno replantee las relaciones con los líderes partidarios. En reemplazo a una política basada en la entrega de apoyos a cambio de cargos y recursos del Presupuesto, el Ejecutivo buscaría avanzar las negociaciones con una mayor participación de los líderes, quienes también se encargarían de concebir y elaborar las propuestas. “Esa construcción conjunta sería un nuevo modelo”.
Postar um comentário