El presidente Jair Bolsonaro participó el miércoles (21) en la ceremonia que marcó el inicio de las investigaciones científicas en la primera línea de luz del proyecto Sirius, en el Centro Nacional de Investigación en Energía y Materiales (CNPEM), en Campinas, ciudad del interior de São Paulo.
Vinculado al Laboratorio Nacional de Luz Sincrotrón (LNLS) del CNPEM, Sirius es un acelerador de partículas de cuarta generación y se encuentra entre los más modernos del planeta.
Se trata del más grande proyecto científico en desarrollo en Brasil y tiene la función de generar un tipo especial de luz, de amplio espectro y muy alta intensidad, que ayuda a revelar estructuras de diferentes tipos de partículas, orgánicas e inorgánicas, la cual puede ser utilizada en múltiples aplicaciones científicas, tales como medicina, biología, agricultura, entre otras.
Llamada Manacá, la luz es la primera estación de investigación en uso en Sirius, pero se ha utilizado de manera emergencial desde julio para apoyar las investigaciones relacionadas con la COVID-19. La intención es recibir propuestas de otros objetos de estudio.
“Nos faltan palabras para definir esta obra, que nos materializa el futuro. Esto demuestra bien la capacidad del hombre, especialmente del ingeniero, del investigador, del científico brasileño”, dijo Bolsonaro en un breve discurso.
La nueva estación de Sirius está equipada con instrumentos que permiten revelar estructuras tridimensionales de proteínas y enzimas humanas y patógenos con resoluciones que no se pueden obtener con equipos convencionales. Una de las técnicas disponibles permite revelar la posición de cada uno de los átomos que componen una determinada proteína estudiada, sus funciones e interacciones con otras moléculas, que pueden ser utilizadas como principios activos de nuevos fármacos.
Laboratorios
El CNPEM reúne otros tres laboratorios de referencia a nivel mundial y abiertos a la comunidad científica y empresarial: el Laboratorio Nacional de Biociencias (LNBio), que desarrolla investigaciones con enfoque en biotecnología y farmacéutica; el Laboratorio Nacional de Biorenovables (LNBR), que investiga soluciones biotecnológicas para el desarrollo sostenible de biocombustibles, avanzados, bioquímicos y biomateriales, utilizando biomasa y la biodiversidad brasileña; y el Laboratorio Nacional de Nanotecnología (LNNano), que realiza investigaciones con materiales avanzados de gran potencial económico para el país.
“Este centro, con la ayuda de tantas otras organizaciones, puede llevar Brasil a la vanguardia en términos de aceleradores de partículas. Junto con otros laboratorios, de biorenovables, nanotecnología, biociencias, este centro es realmente capaz de elevar a Brasil en biotecnología y transformar esta región en un polo de biotecnología”, destacó el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Marcos Pontes, durante el acto.
“Estamos hablando, quién sabe, sobre tener en los alrededores de esta región el Valle del Silicio de la Biotecnología. Los diferenciales que tiene Brasil, que le permitirán posicionarse en el mundo de otra manera, son su biodiversidad, sus biomateriales”, dijo Antônio José Roque da Silva, director general del CNPEM.
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