El presidente Jair Bolsonaro envió al Congreso adendas al Acuerdo de Cooperación Comercial y Económica entre Brasil y Estados Unidos (ATEC). Preparados conjuntamente por los ministerios de Economía y Relaciones Exteriores, las adendas tratan de las normas comerciales y de transparencia.
Según el Palacio presidencial del Planalto, el protocolo incluye, como adendas, entendimientos sobre facilitación del comercio y administración aduanera, buenas prácticas regulatorias y anticorrupción. Las adendas se incorporarán al ATEC, firmado en 2011, tras ser aprobados por diputados y senadores.
El objetivo del acuerdo, según explicó la Administración Presidencial el lunes (26), es expandir el comercio y fortalecer las relaciones económicas entre Brasil y Estados Unidos, promoviendo un ambiente abierto y predecible y reduciendo las barreras no arancelarias al comercio. Según los ministerios de Economía y de Relaciones Exteriores, la desburocratización de los procedimientos para el comercio bilateral y la adopción de normas internacionales de prácticas reguladoras y anticorrupción proporcionarán seguridad jurídica y estimularán el flujo comercial entre los dos países.
Adendas
La adenda sobre facilitación del comercio pretende reducir las barreras burocráticas y garantizar una mayor agilidad, previsibilidad y transparencia en relación con las normas y los procedimientos de exportación e importación, reduciendo los costes relacionados con el comercio exterior.
También hay una adenda sobre buenas prácticas regulatorias que buscar hacer el entorno empresarial de Brasil más transparente, predecible y abierto a la competencia, en línea con la Ley de Libertad Económica.
Por su parte, la adenda anticorrupción reafirma las obligaciones legislativas a las que están sometidos Brasil y Estados Unidos, especialmente la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (2003), la Convención Interamericana contra la Corrupción (1996) y la Convención de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre el Soborno de Funcionarios Públicos Extranjeros en las Transacciones Comerciales Internacionales (1997).
Además de la esfera penal, la adenda amplía la acción nacional y la cooperación internacional contra la corrupción a las esferas civil y administrativa. "Se trata de un avance relevante en las tareas de combatir, a través de la recuperación de activos, el eje central de las cadenas del crimen organizado: sus flujos financieros. El texto refuerza, por lo tanto, el compromiso conjunto de lucha contra la corrupción", informó el Palacio del Planalto.
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