Las recientes negociaciones del Ministerio de Salud para incluir dosis de las vacunas Sputnik V y Covaxin al Plan Nacional de Operacionalización de la Vacunación contra la COVID-19 podrían resultar en que la previsión total de dosis para 2021 llegue a 384,9 millones.
Los acuerdos firmados por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), de Río de Janeiro, y el Instituto Butantan, de São Paulo, sumados a la adhesión al consorcio internacional Covax Facility y a la importación de dosis listas de la vacuna Oxford/AstraZeneca, ya señalaban que el país tendría acceso a 354,9 millones de dosis hasta el final de 2021.
El avance en las negociaciones con los representantes de los desarrolladores rusos e indios puede agregar otras 30 millones de dosis a esa cifra, esto si se concretan las compras y las dos vacunas reciben la autorización de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa). El ministerio dijo asimismo que está negociando con las empresas farmacéuticas estadounidenses Pfizer, Moderna y Janssen.
Sputnik V y Covaxin
El Ministerio de Salud anunció que inició el lunes (8) a elaborar un borrador del contrato para la compra de 20 millones de dosis de la vacuna india Covaxin, que será fabricada por el laboratorio Bharat Biotech en la India. El total de dosis debería llegar a Brasil en cinco envíos de 4 millones de dosis, el primero 20 días y el último 70 días después de la firma del contrato.
La vacuna se someterá a ensayos clínicos de fase 3 aquí en Brasil gracias a la colaboración del laboratorio indio con el Instituto Israelí de Enseñanza e Investigación del Hospital Albert Einstein, en São Paulo. Las pruebas de fase 3 de la vacuna aún no han concluido en la India, aunque el país asiático ya ha autorizado el inicio de la vacunación.
En cuando a la vacuna rusa, siguen en marcha las negociaciones para la compra de 10 millones de dosis del inmunizante. Se tiene previsto que Brasil reciba 400 mil dosis a la semana tras la firma del contrato. Otros dos millones podrían llegar a Brasil dentro de un mes y otros 7,6 millones dentro de tres meses tras firmarse el documento.
La negociación cobró fuerza después de que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria cambiara las normas para la autorización de uso de emergencia, que aún no se ha concedido para la Sputnik V. La agencia dejó de exigir las pruebas de fase 3 en Brasil y empezó a aceptar los resultados de pruebas realizadas en el exterior.
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