Las cuentas externas, que son compras y ventas de bienes y servicios y transferencias de ingresos de Brasil con otros países, registraron un déficit de US$ 7.253 millones de en enero de este año, el segundo mes consecutivo de déficit. En enero de 2020 el déficit fue mayor y se situó en 10.300 millones de dólares.
De acuerdo con datos divulgados este miércoles (24) por el Banco Central (BC), la disminución del déficit se debió a las retracciones de US$ 1,4 mil millones y 0,9 mil millones en el gasto neto de servicios e ingresos primarios (ganancias y dividendos, pagos de intereses y salarios) respectivamente. También contribuyó al saldo el aumento de US$ 600 millones en la balanza comercial.
En el periodo de 12 meses terminado en enero, el déficit en trasacciones corrientes se situó en US$ 9.405 millones (0,65% del PIB), ante un saldo negativo de US$ 52.755 millones (2,85% del PIB) en enero de 2020. En el periodo de 12 meses terminado en diciembre de 2020, el déficit se situó en US$ 12.457 millones (0,87% del PIB).
Inversiones
Al registrar déficit en transacciones corrientes, el país tiene que cubrirlo con inversiones o préstamos en el exterior. La mejor manera de financiar el saldo negativo son las entradas netas en inversiones directas en el país (IDP, por sus siglas en portugués), porque los recursos se invierten en el sector productivo y suelen ser inversiones a largo plazo.
En enero de 2021, esas entradas ascendieron a US$ 1.838 millones, ante 2.654 millones de enero de 2020. En los 12 meses terminados en enero de 2021, el PDI ascendió a 33.350 millones, lo que corresponde al 2,32% del PIB, frente a los 69.048 millones (3,73% del PIB) registrados en el período de 12 meses terminado en enero de 2020.
Aunque las inversiones sean menores este año, en el acumulado de 12 meses, el IDP supera el déficit de las cuentas exteriores en el período (US$ 9.405 millones) que también fue menor debido a la crisis desatada por la pandemia.
Postar um comentário