El gobierno brasileño inauguró el lunes (5) la primera etapa de la planta solar fotovoltaica flotante, que transforma la luz solar en electricidad. Instalado por la Compañía Hidroeléctrica de São Francisco (Chesf) en el embalse de la Central Hidroeléctrica Sobradinho, en el estado de Bahía, el proyecto aprovecha la presa del río São Francisco y tiene la capacidad de generar 1 megavatio-pico (MWp) de energía.
El objetivo del gobierno es extender esta experiencia de instalar paneles solares en otros espejos de agua para atraer inversiones privadas y promover subastas para la generación de energía renovable en el área de transposición del río São Francisco.
Según los ministerios de Minas y Energía y del Desarrollo Regional, será posible aumentar el potencial energético cubierto por el Proyecto de Integración del Río São Francisco, estimado en 3,5 GigaWatts, y garantizar recursos para bombear aguas del río, lo que hoy cuesta US$ 76 millones al año.
Mucho sol
“Este sol abrasador y este abundante calor son lo que generará la energía para que los motores funcionen y rieguen nuestro sertão de verdad. Esta nueva forma de buscar energía con placas fotovoltaicas desde la cima de un lago es bienvenida en Brasil”, dijo el presidente Jair Bolsonaro durante la inauguración de la planta.
El mandatario señaló que, si se aprovechara todo el potencial del espejo de agua de Sobradinho para generar energía solar fotovoltaica, sería posible producir un 60% más de energía que las turbinas mismas de la central hidroeléctrica. El embalse de Sobradinho tiene una superficie de 4,2 mil kilómetros cuadrados, con una planta de energía hidroeléctrica capaz de generar 1,05 mil megavatios.
La experiencia de las placas solares flotantes en Sobradinho deberá servir como modelo para su uso a lo largo de los 477 km de canales de transposición, acueductos y embalses del río São Francisco, en el Nordeste de Brasil.
Además de generar energía, las placas pueden ayudar a reducir la evaporación del agua y podrán instalarse también en los laterales de los canales. El gobierno señala que, tanto para las plantas flotantes como en los canales, no hay necesidad de expropiación de tierras.
Planta de Sobradinho
La planta solar fotovoltaica flotante de Sobradinho cuenta con 3.792 paneles solares, con una superficie total de 11.000 m². Está fijada al fondo del lago por cables, con material apropiado para soportar el peso de las placas y de los trabajadores involucrados en su construcción y mantenimiento.
La segunda etapa del proyecto incluirá una nueva planta flotante también en Sobradinho y al final la capacidad instalada será de 2,5 MWp. La inversión en estas dos plantas solares totaliza US$ 14,2 millones.
Según la Chesf, este es el primer estudio sobre la instalación de una planta solar flotante en lagos hidroeléctricos, lo que evita la expropiación de tierras. Además, este tipo de planta permite utilizar las mismas subestaciones y líneas de transmisión para conducir la energía producida por la central.
La compañía también desarrolla otros proyectos de investigación en la Región Nordeste, centrándose en el avance de tecnologías de generación solar y otros proyectos de innovación. Además, planea instalar y generar 1,25 MWp de energía fotovoltaica flotante en el embalse de la planta de Boa Esperança, en el estado de Piauí, en 2020.
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