Los fabricantes de automóviles Nissan y Toyota anunciaron el jueves (25) la suspensión de sus actividades en Brasil debido al aumento de casos de COVID-19. El país cuenta con más de 300 mil muertes reportadas hasta el momento. Mercedes-Benz y Volkswagen ya habían anunciado el cese de actividades.
En una nota, Nissan informó que decidió adoptar vacaciones colectivas en el Complejo Industrial de Resende, en Río de Janeiro, del 26 de marzo al 9 de abril, y que reanudará la producción el 12 de abril.
Según la empresa, la medida tiene como objetivo "garantizar la seguridad de sus empleados como parte del esfuerzo para reducir el impacto de la pandemia, adaptar la empresa al escenario actual de los retos a los que se enfrenta el sector del automóvil y garantizar la continuidad del negocio".
La medida, según la empresa, tiene como objetivo "garantizar la seguridad de sus trabajadores como parte de los esfuerzos para reducir el impacto de la pandemia, adaptar la empresa a los desafíos que enfrenta el sector automotivo y garantizar la continuidad del negocio."
Toyota informó que, a partir del lunes (29), las cuatro plantas ubicadas en São Bernardo do Campo, Indaiatuba, Sorocaba y Porto Feliz -todas ellas en São Paulo- tendrán sus actividades suspendidas por hasta diez días consecutivos. "La medida pretende contribuir a disminuir la circulación de personas en el momento más crítico de la pandemia en el país, y está en consonancia con la decisión de las autoridades de adelantar las vacaciones en algunas de estas regiones", dice el texto.
Las actividades, por lo tanto, se reanudarán el 6 de abril en Indaiatuba, y el 5 de abril en las demás localidades. Toyota tiene 5,6 mil trabajadores en Brasil.
El promedio móvil de muertes en Brasil ha alcanzado el nivel más alto desde el inicio de la pandemia, con más de 5,5 mil notificaciones en la semana epidemiológica iniciada el 14 de marzo, según datos del Consejo Nacional de Secretarios de Salud (CONASS).
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