Responsable de producir una cantidad de alimentos que sirve a 800 millones de personas en todo el mundo, Brasil debe seguir ampliando su contribución al suministro mundial hasta el punto de convertirse, en los próximos cinco años, en el mayor exportador de cereales del planeta, superando a Estados Unidos. La información consta en una encuesta realizada por la Empresa Brasileña de Investigación Agrícola (Embrapa),
Según Embrapa, en solo diez años la participación de Brasil en el mercado mundial de alimentos pasó de US$ 20.600 millones a 100.000 millones, con destaque para la carne, la soja, el maíz, el algodón y los productos forestales.
"Si miramos los datos de los últimos 20 años (2000 a 2020), la producción brasileña de granos creció un 210%, mientras que la mundial aumentó un 60%. Brasil es el cuarto productor mundial, pero el segundo exportador de granos, básicamente de soja y maíz", dijo a Agência Brasil Elisio Contini, investigador científico y Gerente de Inteligencia de la Secretaría de Inteligencia y Relaciones Estratégicas de Embrapa.
El mayor exportador de granos en 2020 fue Estados Unidos, con 138 millones de toneladas. Brasil ocupa el segundo lugar, con 122 millones de toneladas. "En los próximos 5 años, Brasil debería superar a Estados Unidos en exportaciones. Con este historial y con los altos precios internacionales de las materias primas, la producción de Brasil debería alcanzar el 3% de crecimiento mundial", dijo.
"Hasta 2050 la producción brasileña de granos podría superar los 500 millones de toneladas, con lo que Brasil será aún más importante para la seguridad alimentaria mundial", añadió.
La afirmación se basa en el estudio "La agroindustra brasileña alimenta a 800 millones de personas", publicado recientemente por la Secretaría de Inteligencia y Relaciones Estratégicas de Embrapa, cuyos autores son Elisio Contini y Adalberto Aragão.
Contini resalta que la contribución de Brasil a la alimentación de las personas se expresa de forma directa e indirecta, ya que parte de la producción de soja y maíz se destina a la alimentación del ganado y, en consecuencia, a la producción de carne y leche.
"La producción de granos, de 2011 a 2020, creció en Brasil un 5,33% al año, mientras que la del mundo un 2,03% al año. Esto significa que Brasil creció más del doble que el mundo", dijo.
El investigador agrega que Brasil tiene una "ventana de oportunidades de negocio" durante al menos 20 años, que debe ser aprovechada. "Al fin y al cabo, nos estamos convirtiendo en una economía de recursos naturales.
La situación privilegiada del país se debe, entre otros factores, a la gran cantidad de tierra cultivable que hay en el país. "Una parte de los 160 millones de hectáreas de pastos puede convertirse en producción de granos, tiene un régimen de lluvias regular como en los cerrados, líderes mundiales en tecnología tropical y agricultores competentes", argumentó, al tiempo que recordó que la tierra disponible para la agricultura en otros países, como Estados Unidos, está prácticamente agotada.
Además, dice Contini, ya existen algunas tecnologías con potencial para aumentar la producción nacional, como semillas mejoradas, insumos eficientes, maquinaria de mejor calidad del mundo y los sistemas de producción eficientes, como la siembra directa y la integración cultivo-ganado.
"Nos falta mejorar las infraestructuras y la comercialización de nuestros productos. La solución del problema medioambiental es vital para nuestras exportaciones", declaró.
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