El domingo (3), la tasa de aislamiento social en el estado de São Paulo alcanzó nuevamente el 59%, una tasa considerada satisfactoria por el gobierno local, aunque lo ideal es 70% . En la capital homónima, el aislamiento alcanzó el 58%.
Según el gobernador João Doria, las ciudades que no alcancen índices satisfactorios y se mantengan por debajo del 50% no participarán en el plan de relajación de las medidas de aislamiento, cuyo inicio está previsto para el día 11, cuando finalice el período de cuarentena en el estado.
"Si no hay una tasa superior al 50%, las ciudades quedarán automáticamente excluidas del plan", dijo Doria. Durante el período de cuarentena, solo se permitirá operar en el estado los servicios considerados esenciales, como logística, seguridad pública, salud y suministro.
Según Doria, la cuarentena adoptada en São Paulo ha ayudado a reducir la propagación del virus. Si no fuera por eso, habría 10 veces más muertes hoy que las que han ocurrido hasta ahora, dijo el gobernador. "Si no hubiéramos hecho el aislamiento, São Paulo habría tenido más de 26.000 muertes. Ayudamos a salvar las vidas de los brasileños en São Paulo", dijo Doria en una entrevista.
El gobernador reafirmó que no cederá a presiones partidistas o empresariales para poner fin a la cuarentena en el estado. "En São Paulo solo haremos lo que la ciencia y la medicina determinen", dijo.
Según la última actualización del Ministerio de Salud, el estado contabiliza 31.772 infectados y 2.627 muertos por COVID-19.
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