En su discurso en la 74.ª Asamblea General de las Naciones Unidas este martes (24), el presidente brasileño Jair Bolsonaro abordó "la reconstrucción de Brasil", que, según dijo, "se levanta de nuevo después de estar al borde del socialismo". Esto, argumentó, llevó al país "a una situación de corrupción generalizada, grave recesión económica, altos índices de criminalidad y ataques incesantes a los valores familiares y religiosos que han construido nuestras tradiciones".
En el discurso de 30 minutos con un enfoque en el medioambiente, Bolsonaro mencionó el programa Mais Médicos, creado en 2013 en colaboración con el gobierno cubano para enviar médicos a las zonas desatendidas de Brasil, una iniciativa que actualmente está siendo renovada por su administración.
"Este acuerdo entre el gobierno anterior y la dictadura cubana trajo a Brasil diez mil médicos sin certificación profesional. No se les permitió traer a sus cónyuges y el régimen les confiscó el 75% de sus salarios", dijo. El presidente describió las condiciones como "nada menos que trabajo esclavo".
Crítica al socialismo
El líder brasileño habló de los gobiernos cubano y venezolano, y dijo que "ya en los años 60, los cubanos eran enviados a varios países para ayudar a implantar dictaduras". Hoy, argumentó Bolsonaro, Venezuela está controlada por agentes cubanos encabezados por el expresidente Hugo Chávez. "Venezuela, que antes era un país vibrante y democrático, ahora está experimentando las crueldades del socialismo", declaró.
El jefe de Estado señaló que ha trabajado con otros países para restaurar la democracia en Venezuela y luchar contra el socialismo, "que sigue vivo" en América Latina.
Lula en la cárcel
Bolsonaro mencionó aún el actual ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sérgio Moro, quien encabezó los procesos derivados de la Operación Autolavado, entre ellos el caso del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien fue arrestado y condenado por corrupción y lavado de dinero.
"Los presidentes socialistas que me precedieron desviaron cientos de miles de millones de dólares para comprar parte de los medios de comunicación y del Parlamento, todo por un proyecto de poder absoluto", dijo Bolsonaro.
En las últimas décadas, agregó, se instaló un sistema ideológico "en el terreno de la cultura, la educación y la prensa, que dominó los medios de comunicación, las universidades y las escuelas" en un intento de "lanzar un ataque contra el núcleo de cualquier sociedad sana, la familia".
Libertad, religión y criminalidad
El presidente brasileño reiteró su compromiso con los más altos estándares de derechos humanos, con la defensa de la democracia y la libertad de expresión, religión y prensa. "Es un compromiso que va de la mano con la lucha contra la corrupción y la criminalidad, demandas urgentes de la sociedad brasileña", dijo, destacando una reducción de 20% en el número de homicidios en los primeros seis meses de su administración, y cantidades récord de cocaína y otras drogas incautadas.
Bolsonaro también criticó la persecución religiosa en todo el mundo y abogó por la creación del Día Internacional en Recuerdo de las Víctimas de la Violencia Religiosa. No se puede aceptar, afirmó, que en el siglo XXI, con tantas herramientas disponibles para salvaguardar los derechos, que "todavía haya millones de cristianos y personas de otras religiones que se ven privadas de sus vidas o de su libertad a causa de su fe".
Economía
En el ámbito económico, Bolsonaro destacó la apertura de la economía brasileña, el programa de concesiones, los esfuerzos de privatización y la agenda internacional del gobierno dirigida a "rescatar el papel de Brasil en el panorama global y reanudar los lazos con socios clave".
"En la búsqueda de la prosperidad, hemos estado adoptando políticas para acercarnos a otros países que han desarrollado y consolidado sus democracias. No puede haber libertad política sin libertad económica", afirmó.
La firma de acuerdos comerciales con el Mercosur, la Unión Europea y la Asociación Europea de Libre Comercio, así como la entrada de Brasil en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), fueron enumerados por el presidente como pruebas de que el país está en el camino correcto para recuperar la confianza política y económica. "Estamos en la delantera, adoptando las más altas prácticas globales en todos las áreas, desde la regulación financiera hasta la protección del medioambiente", comentó.
Exención de visado
También habló sobre las exenciones de visado para los ciudadanos estadounidenses, japoneses, australianos y canadienses que deseen venir a Brasil, haciendo hincapié en que también se está considerando la posibilidad de ampliar la exención a los ciudadanos chinos e indios.
Tradicionalmente, corresponde al jefe de Estado brasileño pronunciar el discurso de apertura de la Asamblea General. El tema del debate general y de la asamblea es "galvanizar los esfuerzos multilaterales para la erradicación de la pobreza, la educación de calidad, la acción climática y la inclusión".
Se espera que Bolsonaro regrese a Brasil esta misma noche, y que llegue a Brasilia en la mañana del miércoles (25).
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