La principal preocupación de los brasileños respecto al medio ambiente es por la deforestación, citada por el 27% de los entrevistados en la encuesta del Instituto Ibope Inteligência para WWF-Brasil. Enseguida vienen la contaminación de las aguas (26%) y, empatados en tercer lugar, los cambios climáticos y la caza y pesca ilegales (16%). Las obras de infraestructura, como hidroeléctricas, carreteras y puertos, fueron citadas como una amenaza al medio ambiente por el 15% de los encuestados.
Las entrevistas se realizaron entre los días 21 y 26 de junio, con 2.002 personas de 16 años de edad o más, de diferentes clases sociales, en todas las regiones del país, y fueron divulgadas el martes (4), víspera del Día de la Amazonía, que se celebra el 5 de septiembre.
Al comparar los datos de este sondeo con otro realizado en 2014, la directora de Compromiso de WWF-Brasil, Gabriela Yamaguchi, comentó con Agência Brasil que la deforestación de los bosques se mantuvo con el 27% de las respuestas. Sin embargo, destacó el aumento de la percepción respecto a la amenaza del cambio climático, cuyas menciones subieron del 13% al 16%, lo que la directora atribuye al hecho de que la población está mejor informada. “Es la gente empezando a percibir más la conexión del cambio climático con amenazas no solo a la naturaleza, sino también al contexto urbano.”
Orgullo nacional
Yamaguchi destacó el vínculo entre las amenazas apuntadas por los brasileños con otra parte de la encuesta que es la cuestión del orgullo en relación al país. Todos los indicadores medidos presentaron caída, reflejando la crisis económica iniciada en 2014. “El orden de los temas de que más se enorgullecen se mantuvo. El medio ambiente permanece en primer lugar como principal motivo de orgullo nacional.” A pesar de ello, de los 58% encontrados en 2014, el porcentaje cayó al 39% este año.
En 2014, el segundo mayor orgullo del brasileño era la diversidad de la población y de la cultura, que aparecía con un 37% de menciones. Este porcentaje cayó al 26% en 2018. La cuestión de la calidad de vida subió en el concepto de los brasileños, de los 28% en 2014 para los 30% este año. “Nuestra lectura de estos dos datos – orgullo del medio ambiente y orgullo de la calidad de vida – pone a las dos agendas como muy relacionadas. Tener mejor calidad de vida es tener también más contacto con el medio ambiente y las riquezas naturales.”
Responsabilidad
Aunque la población sigue apuntando al gobierno como principal responsable de cuidar las unidades de conservación, con 72% de menciones (contra 74% en 2014), aumentó de forma significativa el porcentaje de brasileños que atribuyen también a los ciudadanos la responsabilidad por la defensa de los recursos naturales: de los 46% en 2014 a los 66% en el sondeo actual. Las organizaciones no gubernamentales (ONG) ocupan la tercera posición, con 23%. En 2014, ellas recibieron el 20% de las menciones.
“Hay un recado muy claro: los brasileños quieren ver más responsabilidad de todos los actores de la sociedad, del gobierno principalmente, cuidando nuestros recursos naturales, cuidando la naturaleza como un todo, en una conexión clara de la calidad de vida, calidad de las aguas, con su bienestar”, afirmó la directora de WWF-Brasil.
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